TOMÁS DE AQUINO III
CONTROL: CD 1.1 (desde el comienzo) PLANO PRINCIPAL, pasa a fondo.
pedro
Muy buenas tardes. Son las … Estamos en el filósofo en la historia
Nuestro encuentro de cada viernes con las grandes figuras de la sabiduría a través de la historia.
CONTROL: CD 1.1 PLANO PRINCIPAL y fin
Pedro
Para guiarnos en esta visita a los monumentos de nuestra civilización contamos hoy con
José María Enríquez…..(buenas tardes, Chema)
Moisés Pérez Marcos…. (buenas tardes, Moisés)
En la locución…………………………………………….. (buenas tardes)
en el control, Mercedes Marco.
Les habla: Pedro Herráiz
Gracias, siempre, a la Asociación Aula Pública, que nos cede este espacio, a Radio Laguna.
Vamos, ya , a comenzar –continuar- nuestro recorrido por el mundo y el pensamiento de: TOMÁS DE AQUINO III
CONTROL: CD 1. 2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Moisés
En la primera vía elabora el argumento por la explicación del movimiento, de las cosas que se mueven, (desde el móvil).
- [1. Punto de partida] Es cierto, y consta por los sentidos, que hay en este mundo algunas cosas que se mueven. [2. Primer grado de la vía] Pero, todo lo que se mueve es movido por otro.
Lo que Tomás plantea no es el movimiento físico, sino el movimiento metafísico: el paso de la potencia al acto, en el cual se incluye todo cambio o mutación tanto espiritual como sensible, sustancial o accidental, local, de alteración o de aumento. Por ello, el motor debe poseer actualmente el acto o perfección que comunica al móvil. De ello se infiere que si un móvil se moviera a sí mismo sería, al mismo tiempo, motor y móvil en orden a una misma perfección o acto, con lo que un mismo sujeto a un mismo tiempo tendría actualmente una perfección y carecería actualmente de ella, estaría, a un mismo tiempo y bajo un mismo aspecto, en potencia y en acto, lo que es absurdo. Podemos decir, pues, que Santo Tomás reduce el principio "todo lo que se mueve es movido por otro" al principio de contradicción: "nada puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo un mismo aspecto". De aquí resulta que el principio antedicho es analítico, necesario, universal e infalible, por lo que es aplicable a todos los cambios o mutaciones, en todos los seres y en todos los tiempos y lugares.
CONTROL: CD 1. 2 (SIGUE) PLANO PRINCIPAL y fin
Pedro
[3. Segundo grado de la vía:] En una subordinación esencial de motores no cabe un proceso indefinido, sino que es preciso llegar a un primer motor, el cual ya no es movido por ningún otro. Sin este motor inmóvil no pueden mover los motores subordinados, y si estos no mueven, no habría movimiento en las cosas.
4. Término de la vía: Luego es necesario concluir en un primer motor que no sea movido por ningún otro, al cual denominamos Dios. Santo Tomás ha de concluir que Dios, el primer motor, en la medida que no pasa de la potencia al acto, porque es acto puro, ha de ser inmóvil.
De esta primera vía podemos extraer ya algunos de los atributos de Dios: Este motor inmóvil es A) Primer motor que mueve todos los demás motores: 1) Su actividad se extiende a todas las cosas que mueven y a las que son movidas (universalidad de la causalidad divina). 2) Todas las cosas están subordinadas a la causalidad de este primer motor (providencia divina). 3) Está presente a todas las cosas, porque en todas obra (omnipresencia divina). 4) Contiene de antemano y actualmente todas las perfecciones que los motores inferiores adquieren bajo el influjo de su acción: vida, inteligencia, ciencia... (omniperfección divina).
CONTROL: CD 1. 2 (SIGUE) PLANO PRINCIPAL y fin
Chema
B) Motor absolutamente inmóvil: 1) Esto quiere decir que es acto puro, 2) Es perfección pura o plenitud de perfección, porque el acto es perfección, y el acto puro es perfección pura (omniperfección de Dios). 3) Dios es uno y único, porque es acto puro, y el acto no se divide ni multiplica sino por razón de la potencia (unidad y unicidad de Dios: monoteísmo). 4) Su obrar se identifica con su existir, y su existir, con su esencia, porque en Dios no cabe composición de potencia y acto, pues es acto puro (ser subsistente). 5) Es absolutamente inmutable, por carecer de toda potencia, y, consiguientemente, eterno (inmutabilidad y eternidad de Dios). 6) Posee, ya desde la eternidad, todas las perfecciones que los motores subordinados van adquiriendo sucesivamente en el tiempo (es siempre igualmente perfecto).
CONTROL: CD 1. 2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Moisés
La segunda vía dirige el argumento por la causa eficiente –la que produce algo- (lo que respecto al movimiento es el motor).
[1. Punto de partida:] Nos consta por la experiencia que se dan en el mundo causas eficientes esencialmente subordinadas, las cuales concurren a la producción de un efecto. La primera vía arrancaba del movimiento como acto del móvil y consideraba, por lo mismo, a los seres del mundo como seres pasivos que sufrían la acción de otros. Esta segunda, en cambio, parte de la actividad del motor –la causa del movimiento-. Cada causa se nos presenta como obrando, en cuanto es movida previamente por la causa que la precede. Si se suprimiese cualquiera de las causas precedentes, dejaría de producirse el efecto.
[2. Primer grado de la vía:] Pero no se da, ni es tampoco posible que una cosa sea causa de sí misma.
Nada puede ser causa de sí mismo en el orden del ser, es decir, ninguna cosa se puede darse el ser a sí misma, porque nada puede obrar antes de ser. Si lo que no es se diera a sí mismo el ser, ya sería antes de ser, lo cual es absurdo. Por ello, si en la subordinación de causas se suprimiera aquella que inmediatamente produce el efecto, éste no podría existir, porque a sí mismo no se puede dar el ser.
Por otra parte, nada puede ser causa de sí mismo en el orden de la operación o, lo que es lo mismo, ninguna causa puede darse a sí misma la operación por la cual obra.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Pedro
[3. Segundo grado de la vía:] En esta subordinación esencial de causas eficientes no cabe una serie indefinida. Si se diese el proceso al infinito no habría una primera causa y, por lo mismo, ninguna de las siguientes. En efecto, en todo orden de causas esencialmente subordinadas en el obrar, la primera es causa de la intermedia, y ésta de la última; por tanto, si no existiese la primera no existiría la actividad de la intermedia ni de la última. Esto es porque estas causas esencialmente subordinadas en el obrar no son actos completos en el orden operativo, sino que se comportan como estando en potencia para causar. Y justamente por ello se requiere la causa primera que no sea indeterminada ni esté en potencia, sino siempre en acto respecto al influjo causal.
[4. Término de la vía:] Luego es necesario llegar a una causa eficiente primera, que no sea causada por ninguna otra; a una causa eficiente incausada, a la cual todos llaman Dios. Esta causa eficiente primera de la serie no recibe su acción por el influjo de una causa superior y tampoco se la puede dar a sí misma, por ello se sigue que ella es su misma acción, su propio obrar. Y si es su operación, habrá de ser su mismo ser, pues el obrar sigue al ser, por lo que será también incausada en cuanto al ser, pues ser y obrar son en ella la misma e idéntica cosa.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Chema
Las consecuencias en orden a la determinación ulterior de los atributos divinos:
A) Es primera causa eficiente: 1) Es causa de la causalidad o acción de todas las demás causas (causalidad universal). 2) Todas las causas creadas están sometidas a su acción (providencia divina). 3) Está presente a todos los agentes en los cuales obra (omnipresencia divina). 4) Contiene actualmente todas las perfecciones que, por medio de las causas inferiores, producen las cosas: vida, inteligencia, ciencia... (omniperfección divina).
B) Es causa incausada: 1) Su causalidad o acción se identifica con su esencia (simplicidad divina). Las mismas características que por ser acto puro perfecto.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Moisés
La tercera vía argumenta por la contingencia (de la limitación en la duración).
[1. Punto de partida:] Es evidente que existen en la naturaleza seres que pueden ser y no ser, toda vez que hay seres que vienen al ser por generación y dejan de existir por corrupción.
Todo ser que es engendrado supone una potencia real e intrínseca para existir, porque, de lo contrario, no podría recibir el ser por generación; y todo ser que deja de existir por corrupción, incluye en sí mismo potencia para no ser. Por eso es absolutamente cierta la existencia de seres que pueden ser y no ser, son indiferentes para ser y no ser, lo que se patentiza en el hecho de su generación y corrupción.
Conocemos que es posible que no sean en cuanto los vemos nacer y perecer. La contingencia, como posibilidad de ser o no ser, es una consecuencia en el orden de conocimiento de la concreta generación o corrupción.
[ 2. Primer grado de la vía:] Pero es absolutamente imposible que todos los seres del universo sean de tal condición que puedan existir y no existir. Además de esos seres contingentes y sobre todos ellos, es preciso admitir la existencia de un ser que no puede dejar de existir, sino que existe necesariamente y desde toda la eternidad.
Ninguna cosa que tenga potencia para no ser puede haber existido siempre, sino que ha de tener un comienzo y un término en su duración. Si todos los seres del universo fueran de tal condición que pudieran existir y no existir, tendríamos que todo el universo habría empezado a existir y, por tanto, sería preciso admitir un momento en que nada en absoluto existía en la realidad. Pero si admitimos este momento de la nada absoluta, hemos de negar la realidad actual, puesto que de la nada absoluta nada puede salir, toda vez que lo que no es no se puede dar el ser a sí mismo. Es, pues, imprescindible la existencia de un ser necesario para explicar la existencia de los seres contingentes que nos ofrece la experiencia. Está pues, probado que algún ente necesario existe.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Pedro
[3. Segundo grado de la vía:] No es posible proceder al infinito en la serie de los necesarios que tienen causa de su necesidad en otro, puesto que una serie infinita en la duración, constituida por seres de duración finita, o una serie infinita sin comienzo, formada por seres que han tenido todos comienzo en el existir es algo imposible. Es imposible la existencia de una serie de generaciones y corrupciones sin la existencia de un ser que no haya comenzado a existir. Pero un ser que no ha comenzado a existir es un ser que ha existido siempre; luego es un ser con potencia natural para existir siempre; luego necesariamente existió siempre, es un ser necesario. Este ser necesario, o tiene por sí mismo la existencia o la ha recibido de otro ser necesario superior, el cual o bien tiene la existencia por sí mismo, o la ha recibido de otro superior. Dado que un proceso ad infinitum no tiene sentido, como ya hemos aclarado anteriormente, llegamos al término de la vía.
[4. Término de la vía:] Debe, pues concluirse que existe un ser absolutamente necesario, no teniendo causa de su necesidad y siendo causa de la necesidad de los otros, un ser que existe por sí mismo, en virtud de su propia naturaleza. A este ser le denominamos Dios.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Moisés
De esta vía podemos extraer también algunas consecuencias:
A) Ser necesario por sí mismo: 1) Luego en él se identifican esencia y existencia, puesto que existe en virtud de su naturaleza (ser subsistente). 2) Es acto puro (ser puro), perfección pura, infinita e ilimitada (omniperfección divina). 3) Es uno y único, porque el acto sólo se multiplica por la potencia (monoteísmo). 4) Es inmutable y eterno, porque todo ser mudable consta de acto y potencia (inmutabilidad y eternidad).
B) Es ser necesario por sí mismo, causa de la existencia en todos los demás
1) Está en todas las cosas, en las cuales causa el ser (omnipresencia divina). 2) Contiene la perfección de todos los seres, puesto que de todos es causa (omniperfección divina). 3) Todos los seres causados, mientras tienen el ser, están siempre y actualmente pendientes del ser necesario, como efecto de su causa (conservación de las cosas por la acción de Dios).
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Chema
La cuarta vía argumenta por los grados de ser. Este argumento recibe diversos nombres: argumento de los grados, de las participaciones y, modernamente, climacológico (klimax, grado), en cuanto arguye del hecho de que una misma perfección se encuentra realizada en diversos grados.
[1. Punto de partida:] Hay en las cosas perfecciones trascendentales realizadas en diversos grados, como la perfección de bondad, de verdad, de nobleza y otras semejantes.
Hay una exigencia de gradación en las perfecciones es decir, han de excluirse todas aquellas perfecciones que no se realicen gradualmente sino según toda su entidad, como es el caso de las perfecciones esenciales (genéricas y específicas), como "animal" u "hombre". Las perfecciones que pueden tener diversos grados, más y menos, consisten en algo divisible. (perfecciones accidentales, como ciencia, sabiduría, justicia); perfecciones puras o simples (el ser, la verdad, la bondad; o la vida, el entender, el querer). Sobre este repertorio de perfecciones, trascendiéndolas, queda aún un grupo de perfecciones como el ser, la unidad, la verdad, la bondad, realizadas en todas las cosas según una gradación. Encontramos, en efecto, en el campo de nuestra experiencia, cosas con mayor o menor entidad, unidad, verdad, bondad, belleza..., cosas limitadas en la razón de ser, de unidad, de verdad... De tales cosas parte la cuarta vía.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Pedro
[2. Primer grado de la vía:] Las perfecciones puras trascendentales que aparecen en las cosas realizadas gradualmente, esto es, no en toda su plenitud, sino participadas, son recibidas en los diversos sujetos y, por lo mismo, causadas por algo exterior, a saber, otro ser que posea esas mismas perfecciones en máximo grado, que sea el ser, la verdad, la bondad... en toda su extensión y amplitud.
La afirmación tomista tiene sentido y valor de verdad en el plano existencial de la realidad concreta: las perfecciones reales son más o menos limitadas según su proximidad a la perfección real ilimitada. De aquí que una perfección limitada es siempre participada y exija haber sido realizada por una causa que, por de pronto, habrá de poseerla en grado igual y, en último término, sustancialmente.
[3. Segundo grado de la vía:] Quien tiene en máximo grado una perfección pura es causa de esta perfección en todos aquellos que la poseen en grado inferior o, lo que es lo mismo, quien tiene una perfección por esencia es causa de dicha perfección en todos cuantos la poseen por participación.
[4. Término de la vía:] Debe, pues, concluirse que existe un máximo ente causa del ser, de la bondad y de cualquier otra perfección en todas las cosas. A este le llamamos Dios.
Dios, pues, se nos ofrece en la conclusión de la cuarta vía como primer y máximo ente de quien reciben el ser y, con él, todas las perfecciones entitativas los demás seres, por vía de causalidad eficiente.
Esta vía también permite establecer una cierta determinación de los atributos divinos: 1) Por ser la plenitud de ser, de verdad, de bondad... ha de ser un ente superior, perfectísimo, infinito. 2) Porque en todas las cosas causa el ser y todas las demás perfecciones es principio y causa de esas perfecciones.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Chema
Quinta vía: Argumento de la finalidad (teleológico)
[1. Punto de partida:] Constatamos por experiencia que los seres que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin. Esta vía parte del ser finito dinámicamente considerado.
El dato inicial de la quinta vía no es el movimiento como acto del móvil –punto de partida de la primera vía–, ni el movimiento como acto del motor –la segunda–, sino la ordenación a un fin de los móviles y motores, del orden que manifiestan los seres naturales en sus actos y operaciones.
[2. Primer grado de la vía:] La dirección a un término u ordenación a un fin de los movimientos u operaciones de los seres es causada eficientemente por algún ser inteligente.
Santo Tomás distingue dos clases de agentes: los seres carentes de conocimiento racional y los provistos de razón; estos, por conocer la razón del fin, se dirigen a él por sí mismos, mientras que aquellos sólo por otros pueden ser ordenados y dirigidos. Resulta que, obrando todos los agentes por un fin, necesitan estar dirigidos y ordenados por algo que conozca la razón del fin –lo que supone que esté dotado de inteligencia– y disponga la ordenación misma en conformidad con las exigencias del bien –es decir, que posea voluntad–. Tanto los actos de los seres carentes de conocimiento como los de aquellos dotados del mismo y de apetitos racionales están exigiendo un ser inteligente y volente que explique su ordenación al fin, la ordenación de cada facultad a su respectivo objeto, puesto que no hay orden sin ordenador.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Moisés
[3. Segundo grado de la vía:] En la serie de los seres inteligentes directores u ordenadores que a su vez son dirigidos y ordenados no se puede proceder al infinito. Es imposible un proceso al infinito en la serie de las inteligencias directoras y dirigidas por las mismas razones que señalamos al tratar de las causas eficientes.
4. Término de la vía: Ha de concluirse la existencia de un ser sumamente inteligente, supremo director de todos los movimientos, acciones y operaciones de los seres naturales. A este le llamamos Dios.
Podemos extraer de aquí luces para la determinación de los atributos divinos:
A) Esta inteligencia suprema es su misma intelección: 1) Es un entender subsistente, infinito y único, porque el entender (acto) se limita y multiplica por razón de la potencia, que aquí no ha lugar. 2) Es infinitamente inmaterial e incorpóreo, toda vez que la inmaterialidad es raíz del conocimiento. 3) Es infinitamente cognoscitiva (ciencia infinita y perfectísima). 4) Es trascendente y realmente distinto del mundo (trascendencia de Dios). 5) Es también subsistente en su ser, porque la subsistencia de obrar supone la subsistencia del existir.
B) Esta inteligencia suprema dirige todos los seres inferiores a sus fines respectivos: 1) Tiene providencia de las cosas, porque las ordena y dirige a sus propios fines. 2) Es hacedor y formador de la misma naturaleza, porque dirige todas las cosas a sus respectivos fines no de modo violento, sino por medio de principios naturales e intrínsecos a la cosa, de modo connatural y suave.
El número y el orden de las vías no obedece al azar. En la Suma Teológica Santo Tomás conserva en su puesto de honor a la prueba del movimiento, utilizada casi en exclusiva en las obras anteriores. De ella concluye, como hemos visto, la existencia de un Primer Motor que, no obstante, no jugará papel alguno en el análisis de los atributos divinos en las cuestiones siguientes. La prueba por el movimiento, aparte su mayor amplitud y claridad, ha sido mantenida por Santo Tomás en el primer lugar, porque también en el plano metafísico tiene la mayor universalidad.
CONTROL: CD 1.6 plano principal y fin
Pedro
Ya sabéis que vuestras observaciones, sugerencias o preguntas, podéis hacerlas en el blog del programa http://elfilosofoenlahistoria.blogspot.com/
Temas que nos sugiere lo que hemos escuchado de STO. TOMÁS
(comienza el diálogo).
(2) ¿Qué nos dice a nosotros, amigos de la sabiduría, en este siglo XXI?
Para los cortes
CONTROL CD 1.6 (sigue) Plano principal y fin.
CUANDO QUEDEN 30 SEGUNDOS PARA TERMINAR
CONTROL CD 1. 7 fondo y va subiendo
El tiempo se nos ha acabado por hoy, gracias Chema - Moisés, gracias …………………………………. (locutoras), gracias Mercedes
El próximo viernes Dios mediante volveremos a este rincón de la historia de la filosofía con: GUILLERMO DE OCKHAM
Feliz fin de semana.
CONTROL CD 1.7 Plano principal
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pedro
Muy buenas tardes. Son las … Estamos en el filósofo en la historia
Nuestro encuentro de cada viernes con las grandes figuras de la sabiduría a través de la historia.
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Pedro
Para guiarnos en esta visita a los monumentos de nuestra civilización contamos hoy con
José María Enríquez…..(buenas tardes, Chema)
Moisés Pérez Marcos…. (buenas tardes, Moisés)
En la locución…………………………………………….. (buenas tardes)
en el control, Mercedes Marco.
Les habla: Pedro Herráiz
Gracias, siempre, a la Asociación Aula Pública, que nos cede este espacio, a Radio Laguna.
Vamos, ya , a comenzar –continuar- nuestro recorrido por el mundo y el pensamiento de: TOMÁS DE AQUINO III
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Moisés
En la primera vía elabora el argumento por la explicación del movimiento, de las cosas que se mueven, (desde el móvil).
- [1. Punto de partida] Es cierto, y consta por los sentidos, que hay en este mundo algunas cosas que se mueven. [2. Primer grado de la vía] Pero, todo lo que se mueve es movido por otro.
Lo que Tomás plantea no es el movimiento físico, sino el movimiento metafísico: el paso de la potencia al acto, en el cual se incluye todo cambio o mutación tanto espiritual como sensible, sustancial o accidental, local, de alteración o de aumento. Por ello, el motor debe poseer actualmente el acto o perfección que comunica al móvil. De ello se infiere que si un móvil se moviera a sí mismo sería, al mismo tiempo, motor y móvil en orden a una misma perfección o acto, con lo que un mismo sujeto a un mismo tiempo tendría actualmente una perfección y carecería actualmente de ella, estaría, a un mismo tiempo y bajo un mismo aspecto, en potencia y en acto, lo que es absurdo. Podemos decir, pues, que Santo Tomás reduce el principio "todo lo que se mueve es movido por otro" al principio de contradicción: "nada puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo un mismo aspecto". De aquí resulta que el principio antedicho es analítico, necesario, universal e infalible, por lo que es aplicable a todos los cambios o mutaciones, en todos los seres y en todos los tiempos y lugares.
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Pedro
[3. Segundo grado de la vía:] En una subordinación esencial de motores no cabe un proceso indefinido, sino que es preciso llegar a un primer motor, el cual ya no es movido por ningún otro. Sin este motor inmóvil no pueden mover los motores subordinados, y si estos no mueven, no habría movimiento en las cosas.
4. Término de la vía: Luego es necesario concluir en un primer motor que no sea movido por ningún otro, al cual denominamos Dios. Santo Tomás ha de concluir que Dios, el primer motor, en la medida que no pasa de la potencia al acto, porque es acto puro, ha de ser inmóvil.
De esta primera vía podemos extraer ya algunos de los atributos de Dios: Este motor inmóvil es A) Primer motor que mueve todos los demás motores: 1) Su actividad se extiende a todas las cosas que mueven y a las que son movidas (universalidad de la causalidad divina). 2) Todas las cosas están subordinadas a la causalidad de este primer motor (providencia divina). 3) Está presente a todas las cosas, porque en todas obra (omnipresencia divina). 4) Contiene de antemano y actualmente todas las perfecciones que los motores inferiores adquieren bajo el influjo de su acción: vida, inteligencia, ciencia... (omniperfección divina).
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B) Motor absolutamente inmóvil: 1) Esto quiere decir que es acto puro, 2) Es perfección pura o plenitud de perfección, porque el acto es perfección, y el acto puro es perfección pura (omniperfección de Dios). 3) Dios es uno y único, porque es acto puro, y el acto no se divide ni multiplica sino por razón de la potencia (unidad y unicidad de Dios: monoteísmo). 4) Su obrar se identifica con su existir, y su existir, con su esencia, porque en Dios no cabe composición de potencia y acto, pues es acto puro (ser subsistente). 5) Es absolutamente inmutable, por carecer de toda potencia, y, consiguientemente, eterno (inmutabilidad y eternidad de Dios). 6) Posee, ya desde la eternidad, todas las perfecciones que los motores subordinados van adquiriendo sucesivamente en el tiempo (es siempre igualmente perfecto).
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Moisés
La segunda vía dirige el argumento por la causa eficiente –la que produce algo- (lo que respecto al movimiento es el motor).
[1. Punto de partida:] Nos consta por la experiencia que se dan en el mundo causas eficientes esencialmente subordinadas, las cuales concurren a la producción de un efecto. La primera vía arrancaba del movimiento como acto del móvil y consideraba, por lo mismo, a los seres del mundo como seres pasivos que sufrían la acción de otros. Esta segunda, en cambio, parte de la actividad del motor –la causa del movimiento-. Cada causa se nos presenta como obrando, en cuanto es movida previamente por la causa que la precede. Si se suprimiese cualquiera de las causas precedentes, dejaría de producirse el efecto.
[2. Primer grado de la vía:] Pero no se da, ni es tampoco posible que una cosa sea causa de sí misma.
Nada puede ser causa de sí mismo en el orden del ser, es decir, ninguna cosa se puede darse el ser a sí misma, porque nada puede obrar antes de ser. Si lo que no es se diera a sí mismo el ser, ya sería antes de ser, lo cual es absurdo. Por ello, si en la subordinación de causas se suprimiera aquella que inmediatamente produce el efecto, éste no podría existir, porque a sí mismo no se puede dar el ser.
Por otra parte, nada puede ser causa de sí mismo en el orden de la operación o, lo que es lo mismo, ninguna causa puede darse a sí misma la operación por la cual obra.
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Pedro
[3. Segundo grado de la vía:] En esta subordinación esencial de causas eficientes no cabe una serie indefinida. Si se diese el proceso al infinito no habría una primera causa y, por lo mismo, ninguna de las siguientes. En efecto, en todo orden de causas esencialmente subordinadas en el obrar, la primera es causa de la intermedia, y ésta de la última; por tanto, si no existiese la primera no existiría la actividad de la intermedia ni de la última. Esto es porque estas causas esencialmente subordinadas en el obrar no son actos completos en el orden operativo, sino que se comportan como estando en potencia para causar. Y justamente por ello se requiere la causa primera que no sea indeterminada ni esté en potencia, sino siempre en acto respecto al influjo causal.
[4. Término de la vía:] Luego es necesario llegar a una causa eficiente primera, que no sea causada por ninguna otra; a una causa eficiente incausada, a la cual todos llaman Dios. Esta causa eficiente primera de la serie no recibe su acción por el influjo de una causa superior y tampoco se la puede dar a sí misma, por ello se sigue que ella es su misma acción, su propio obrar. Y si es su operación, habrá de ser su mismo ser, pues el obrar sigue al ser, por lo que será también incausada en cuanto al ser, pues ser y obrar son en ella la misma e idéntica cosa.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
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Las consecuencias en orden a la determinación ulterior de los atributos divinos:
A) Es primera causa eficiente: 1) Es causa de la causalidad o acción de todas las demás causas (causalidad universal). 2) Todas las causas creadas están sometidas a su acción (providencia divina). 3) Está presente a todos los agentes en los cuales obra (omnipresencia divina). 4) Contiene actualmente todas las perfecciones que, por medio de las causas inferiores, producen las cosas: vida, inteligencia, ciencia... (omniperfección divina).
B) Es causa incausada: 1) Su causalidad o acción se identifica con su esencia (simplicidad divina). Las mismas características que por ser acto puro perfecto.
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Moisés
La tercera vía argumenta por la contingencia (de la limitación en la duración).
[1. Punto de partida:] Es evidente que existen en la naturaleza seres que pueden ser y no ser, toda vez que hay seres que vienen al ser por generación y dejan de existir por corrupción.
Todo ser que es engendrado supone una potencia real e intrínseca para existir, porque, de lo contrario, no podría recibir el ser por generación; y todo ser que deja de existir por corrupción, incluye en sí mismo potencia para no ser. Por eso es absolutamente cierta la existencia de seres que pueden ser y no ser, son indiferentes para ser y no ser, lo que se patentiza en el hecho de su generación y corrupción.
Conocemos que es posible que no sean en cuanto los vemos nacer y perecer. La contingencia, como posibilidad de ser o no ser, es una consecuencia en el orden de conocimiento de la concreta generación o corrupción.
[ 2. Primer grado de la vía:] Pero es absolutamente imposible que todos los seres del universo sean de tal condición que puedan existir y no existir. Además de esos seres contingentes y sobre todos ellos, es preciso admitir la existencia de un ser que no puede dejar de existir, sino que existe necesariamente y desde toda la eternidad.
Ninguna cosa que tenga potencia para no ser puede haber existido siempre, sino que ha de tener un comienzo y un término en su duración. Si todos los seres del universo fueran de tal condición que pudieran existir y no existir, tendríamos que todo el universo habría empezado a existir y, por tanto, sería preciso admitir un momento en que nada en absoluto existía en la realidad. Pero si admitimos este momento de la nada absoluta, hemos de negar la realidad actual, puesto que de la nada absoluta nada puede salir, toda vez que lo que no es no se puede dar el ser a sí mismo. Es, pues, imprescindible la existencia de un ser necesario para explicar la existencia de los seres contingentes que nos ofrece la experiencia. Está pues, probado que algún ente necesario existe.
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Pedro
[3. Segundo grado de la vía:] No es posible proceder al infinito en la serie de los necesarios que tienen causa de su necesidad en otro, puesto que una serie infinita en la duración, constituida por seres de duración finita, o una serie infinita sin comienzo, formada por seres que han tenido todos comienzo en el existir es algo imposible. Es imposible la existencia de una serie de generaciones y corrupciones sin la existencia de un ser que no haya comenzado a existir. Pero un ser que no ha comenzado a existir es un ser que ha existido siempre; luego es un ser con potencia natural para existir siempre; luego necesariamente existió siempre, es un ser necesario. Este ser necesario, o tiene por sí mismo la existencia o la ha recibido de otro ser necesario superior, el cual o bien tiene la existencia por sí mismo, o la ha recibido de otro superior. Dado que un proceso ad infinitum no tiene sentido, como ya hemos aclarado anteriormente, llegamos al término de la vía.
[4. Término de la vía:] Debe, pues concluirse que existe un ser absolutamente necesario, no teniendo causa de su necesidad y siendo causa de la necesidad de los otros, un ser que existe por sí mismo, en virtud de su propia naturaleza. A este ser le denominamos Dios.
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Moisés
De esta vía podemos extraer también algunas consecuencias:
A) Ser necesario por sí mismo: 1) Luego en él se identifican esencia y existencia, puesto que existe en virtud de su naturaleza (ser subsistente). 2) Es acto puro (ser puro), perfección pura, infinita e ilimitada (omniperfección divina). 3) Es uno y único, porque el acto sólo se multiplica por la potencia (monoteísmo). 4) Es inmutable y eterno, porque todo ser mudable consta de acto y potencia (inmutabilidad y eternidad).
B) Es ser necesario por sí mismo, causa de la existencia en todos los demás
1) Está en todas las cosas, en las cuales causa el ser (omnipresencia divina). 2) Contiene la perfección de todos los seres, puesto que de todos es causa (omniperfección divina). 3) Todos los seres causados, mientras tienen el ser, están siempre y actualmente pendientes del ser necesario, como efecto de su causa (conservación de las cosas por la acción de Dios).
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Chema
La cuarta vía argumenta por los grados de ser. Este argumento recibe diversos nombres: argumento de los grados, de las participaciones y, modernamente, climacológico (klimax, grado), en cuanto arguye del hecho de que una misma perfección se encuentra realizada en diversos grados.
[1. Punto de partida:] Hay en las cosas perfecciones trascendentales realizadas en diversos grados, como la perfección de bondad, de verdad, de nobleza y otras semejantes.
Hay una exigencia de gradación en las perfecciones es decir, han de excluirse todas aquellas perfecciones que no se realicen gradualmente sino según toda su entidad, como es el caso de las perfecciones esenciales (genéricas y específicas), como "animal" u "hombre". Las perfecciones que pueden tener diversos grados, más y menos, consisten en algo divisible. (perfecciones accidentales, como ciencia, sabiduría, justicia); perfecciones puras o simples (el ser, la verdad, la bondad; o la vida, el entender, el querer). Sobre este repertorio de perfecciones, trascendiéndolas, queda aún un grupo de perfecciones como el ser, la unidad, la verdad, la bondad, realizadas en todas las cosas según una gradación. Encontramos, en efecto, en el campo de nuestra experiencia, cosas con mayor o menor entidad, unidad, verdad, bondad, belleza..., cosas limitadas en la razón de ser, de unidad, de verdad... De tales cosas parte la cuarta vía.
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Pedro
[2. Primer grado de la vía:] Las perfecciones puras trascendentales que aparecen en las cosas realizadas gradualmente, esto es, no en toda su plenitud, sino participadas, son recibidas en los diversos sujetos y, por lo mismo, causadas por algo exterior, a saber, otro ser que posea esas mismas perfecciones en máximo grado, que sea el ser, la verdad, la bondad... en toda su extensión y amplitud.
La afirmación tomista tiene sentido y valor de verdad en el plano existencial de la realidad concreta: las perfecciones reales son más o menos limitadas según su proximidad a la perfección real ilimitada. De aquí que una perfección limitada es siempre participada y exija haber sido realizada por una causa que, por de pronto, habrá de poseerla en grado igual y, en último término, sustancialmente.
[3. Segundo grado de la vía:] Quien tiene en máximo grado una perfección pura es causa de esta perfección en todos aquellos que la poseen en grado inferior o, lo que es lo mismo, quien tiene una perfección por esencia es causa de dicha perfección en todos cuantos la poseen por participación.
[4. Término de la vía:] Debe, pues, concluirse que existe un máximo ente causa del ser, de la bondad y de cualquier otra perfección en todas las cosas. A este le llamamos Dios.
Dios, pues, se nos ofrece en la conclusión de la cuarta vía como primer y máximo ente de quien reciben el ser y, con él, todas las perfecciones entitativas los demás seres, por vía de causalidad eficiente.
Esta vía también permite establecer una cierta determinación de los atributos divinos: 1) Por ser la plenitud de ser, de verdad, de bondad... ha de ser un ente superior, perfectísimo, infinito. 2) Porque en todas las cosas causa el ser y todas las demás perfecciones es principio y causa de esas perfecciones.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Chema
Quinta vía: Argumento de la finalidad (teleológico)
[1. Punto de partida:] Constatamos por experiencia que los seres que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin. Esta vía parte del ser finito dinámicamente considerado.
El dato inicial de la quinta vía no es el movimiento como acto del móvil –punto de partida de la primera vía–, ni el movimiento como acto del motor –la segunda–, sino la ordenación a un fin de los móviles y motores, del orden que manifiestan los seres naturales en sus actos y operaciones.
[2. Primer grado de la vía:] La dirección a un término u ordenación a un fin de los movimientos u operaciones de los seres es causada eficientemente por algún ser inteligente.
Santo Tomás distingue dos clases de agentes: los seres carentes de conocimiento racional y los provistos de razón; estos, por conocer la razón del fin, se dirigen a él por sí mismos, mientras que aquellos sólo por otros pueden ser ordenados y dirigidos. Resulta que, obrando todos los agentes por un fin, necesitan estar dirigidos y ordenados por algo que conozca la razón del fin –lo que supone que esté dotado de inteligencia– y disponga la ordenación misma en conformidad con las exigencias del bien –es decir, que posea voluntad–. Tanto los actos de los seres carentes de conocimiento como los de aquellos dotados del mismo y de apetitos racionales están exigiendo un ser inteligente y volente que explique su ordenación al fin, la ordenación de cada facultad a su respectivo objeto, puesto que no hay orden sin ordenador.
CONTROL: CD 1.2-5 PLANO PRINCIPAL y fin
Moisés
[3. Segundo grado de la vía:] En la serie de los seres inteligentes directores u ordenadores que a su vez son dirigidos y ordenados no se puede proceder al infinito. Es imposible un proceso al infinito en la serie de las inteligencias directoras y dirigidas por las mismas razones que señalamos al tratar de las causas eficientes.
4. Término de la vía: Ha de concluirse la existencia de un ser sumamente inteligente, supremo director de todos los movimientos, acciones y operaciones de los seres naturales. A este le llamamos Dios.
Podemos extraer de aquí luces para la determinación de los atributos divinos:
A) Esta inteligencia suprema es su misma intelección: 1) Es un entender subsistente, infinito y único, porque el entender (acto) se limita y multiplica por razón de la potencia, que aquí no ha lugar. 2) Es infinitamente inmaterial e incorpóreo, toda vez que la inmaterialidad es raíz del conocimiento. 3) Es infinitamente cognoscitiva (ciencia infinita y perfectísima). 4) Es trascendente y realmente distinto del mundo (trascendencia de Dios). 5) Es también subsistente en su ser, porque la subsistencia de obrar supone la subsistencia del existir.
B) Esta inteligencia suprema dirige todos los seres inferiores a sus fines respectivos: 1) Tiene providencia de las cosas, porque las ordena y dirige a sus propios fines. 2) Es hacedor y formador de la misma naturaleza, porque dirige todas las cosas a sus respectivos fines no de modo violento, sino por medio de principios naturales e intrínsecos a la cosa, de modo connatural y suave.
El número y el orden de las vías no obedece al azar. En la Suma Teológica Santo Tomás conserva en su puesto de honor a la prueba del movimiento, utilizada casi en exclusiva en las obras anteriores. De ella concluye, como hemos visto, la existencia de un Primer Motor que, no obstante, no jugará papel alguno en el análisis de los atributos divinos en las cuestiones siguientes. La prueba por el movimiento, aparte su mayor amplitud y claridad, ha sido mantenida por Santo Tomás en el primer lugar, porque también en el plano metafísico tiene la mayor universalidad.
CONTROL: CD 1.6 plano principal y fin
Pedro
Ya sabéis que vuestras observaciones, sugerencias o preguntas, podéis hacerlas en el blog del programa http://elfilosofoenlahistoria.blogspot.com/
Temas que nos sugiere lo que hemos escuchado de STO. TOMÁS
(comienza el diálogo).
(2) ¿Qué nos dice a nosotros, amigos de la sabiduría, en este siglo XXI?
Para los cortes
CONTROL CD 1.6 (sigue) Plano principal y fin.
CUANDO QUEDEN 30 SEGUNDOS PARA TERMINAR
CONTROL CD 1. 7 fondo y va subiendo
El tiempo se nos ha acabado por hoy, gracias Chema - Moisés, gracias …………………………………. (locutoras), gracias Mercedes
El próximo viernes Dios mediante volveremos a este rincón de la historia de la filosofía con: GUILLERMO DE OCKHAM
Feliz fin de semana.
CONTROL CD 1.7 Plano principal
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