El enigma del cráneo de Descartes no es tal enigma. Está en el museo del hombre de París, no muy lejos de donde reposan el resto de sus huesos. Pero su trayectoria fue distinta.
¿Por qué separó alguien el cráneo de Descartes de sus restos mortales?
¿Tiene esto que ver con la sospecha de envenenamiento que se ha venido propagando?
Independientemente de estas cuestiones de magazine, sus obras merecen nuestra atención.
Una pregunta para quienes sean más atrevidos: ¿Es convincente el argumento por el que Descartes rechaza que existe un Genio Maligno que se complace en mantenernos engañados?
Para otra semana veremos la conexión de Descartes con La vida es sueño de Calderón de la Barca.